lunes, 5 de septiembre de 2011

Continuará la marcha???

http://www.cidob-bo.org/index.php?option=com_content&view=article&id=626%3Aa-20-dias-de-caminata-las-marcha-se-encuentra-en-cuarto-intermedio-en-san-borja&catid=82%3Anoticias&Itemid=2

¿Será que hemos creído ingenuamente que el poder tiene otras virtudes cuando está vestido del ropaje popular? Espejos e interrogantes desde el Parque Isiboro Sécure

Elizabeth Peredo Beltrán *

Las voces que crecen en torno de la construcción de la carretera del TIPNIS han colocado una importante tensión en el proceso iniciado hace más de un quinquenio en el país. El proceso actual boliviano empezó con un cuestionamiento al neoliberalismo y al colonialismo. Se inició hace un par de décadas con la marcha indígena por tierra y territorio y por una nueva constitución, colocando como una de las piedras fundacionales la legitimidad de los derechos de los pueblos indígenas y la necesidad de un nuevo pacto social. La Guerra del Agua, las jornadas de Febrero y Octubre 2003, la épica Guerra del Gas fueron también momentos fundacionales de creación de una narrativa articulada a la defensa de la vida que sentaron bases fundamentales para salir del letargo neoliberal.

Desde entonces hasta ahora, los movimientos y activistas sociales bolivianos han luchado por los derechos indígenas, por los derechos de la mujeres, por el valor de la vida, por una integración solidaria, por recuperar la soberanía, contra el libre comercio, contra la mercantilización del agua, contra los transgénicos, contra las mega represas, contra el racismo, contra la exclusión… Con esas agendas hemos llegado a la Asamblea Nacional Constituyente dando lugar a una de las Constituciones más interesantes de América del Sur que incluye el principio del “vivir bien”, el “Suma Qamaña” planteando al menos la intuición de que el desarrollismo, el extractivismo y la lógica del capital no son los caminos para construir un país que pretenda ser soberano y que pueda brindar una inspiración a los pueblos del mundo en la transformación urgente y necesaria que se requiere en el planeta.

Por ello, es fundamental a estas alturas hacer una pausa para mirar el camino recorrido y hacer un balance, hablar del proceso, no sólo del gobierno. Debemos pues asumir la mirada al espejo y tomar consciencia de a dónde vamos y de lo que estamos convirtiéndonos.

El TIPNIS es una herida que nos duele. Y nos duele más porque estamos reaccionando tarde, cuando ya los tramos están avanzados y sólo queda la “rayita” del tres en raya, aquella que marca una triste victoria y confina finalmente ese territorio a ser carcomido dejando sangrar la selva, el cuerpo de la Madre Tierra. Siempre nos dijeron que el IIRSA era un cuento, que no había ni plata para hacerlo, pero resulta que se estaba incubando en cada gobierno de América del Sur aunque se llamara de izquierda o progresista y responde a la dinámica expansionista de las economías fuertes de la región, proyectos que no descansan en consolidar un modelo y una infraestructura regional al servicio de las grandes transnacionales y de un crecimiento depredador que podría tragarse el continente.

El TIPNIS es un tema nacional y de la mayor trascendencia pues tiene que ver con qué tipo de país queremos construir, qué tipo de integración aspiramos a tener, cómo debemos encarar y concebir los proyectos de desarrollo, cómo la infraestructura debe ayudar a cumplir las deudas del estado con los más pobres y al mismo tiempo cómo recuperamos o mantenemos los equilibrios con la naturaleza, cuál debería ser la relación con las empresas y el gran capital que parece ahora adelantarse a los preceptos que acordamos en la constitución… De hecho, el contrato con la empresa Odebrecht y el financiamiento del BNDES ya está acordado antes de proceder a la consulta previa establecida en la Constitución, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU suscrito por el estado boliviano. El análisis de conflictividad que se hace es claro al mostrar los diferentes vértices que acompañan este proceso y que están en una tensión entre lógicas de integración regional e integración nacional, la cuestión de los modelos de desarrollo y los múltiples temas derivados de una realidad social y política muy compleja.

Y no tenemos las bases de debate y reflexión colectiva que permita aclarar las incógnitas abiertas. ¿Será que hemos creído ingenuamente que el poder tiene otras virtudes cuando está vestido del ropaje popular? ¿O será que hemos cedido a una dinámica patriarcal sin darnos cuenta, dejando que el silencio se convierta en el síntoma? Estamos pagando la factura de evitar el debate amplio, sincero y por lo tanto de haber debilitado la capacidad colectiva de crítica, reflexión, diálogo e interpelación al sistema que caracterizó la sociedad boliviana hasta 2007. El debate sobre el desarrollismo no se está dando en Bolivia con las condiciones que debe tener una reflexión de esta magnitud y no estaba instalado totalmente en las épicas jornadas que dieron lugar a la nueva Constitución.

Esto se expresa por ejemplo hoy en la conflictiva situación causada por la construcción de la carretera del TIPNIS. Aunque los movimientos indígenas que encabezan su defensa mantienen con valor la idea de cuidar a la Madre Tierra y preservar el territorio y su biodiversidad, el pliego incluye además otros temas que de igual manera pueden quebrar la coherencia del cuidado de la Madre Tierra con lógicas de mercantilización y usufructo. Cada vez es un desafío mayor el articular los consensos necesarios.

El pliego de la CIDOB, si bien se constituye en un postulado de defensa del territorio del TIPNIS y por tanto recupera un sano sentimiento nacional de preservar el Isiboro Sécure, incorpora en sus puntos la demanda del pago por los servicios ambientales, es decir que se les pague a los pobladores de esos territorios por cuidar el bosque. Y ese es un tema delicado, porque tiene que ver precisamente con el conflicto global entre la opción de desarrollar sociedades concientes de la problemática ambiental o someter el cuidado de la naturaleza a la lógica del mercado. Es decir, una opción de cuidar la vida y la naturaleza ateniéndose a formas de organización social y de conciencia humana restauradora más allá del mercado o mercantilizar el cuidado de la tierra, adaptando cualquier iniciativa ecológica al comercio y la compensación económica y, por tanto, avalar los mercados de carbono, los proyectos REDD+ y la economía verde que se prepara como una solución arrolladora para mercantilizar todo el planeta y alimentar un sistema que beneficia sobre todo a las grandes economías y a las grandes empresas transnacionales.
Un tema en el que Bolivia como Estado se ha pronunciado en el proceso de negociaciones del clima y el proceso Rio + 20 oponiéndose a la economía verde y los mercados de carbono por constituirse en una falsa solución, pues en lugar de derivar en las reducciones de emisiones necesarias de los países desarrollados crean una burbuja especulativa con la naturaleza transfiriendo además sus responsabilidades a los países del sur a precios más convenientes para ellos. Estamos hablando de un tema que está dividiendo a las organizaciones indígenas y a los movimientos sociales en todo el mundo, dividió a la sociedad civil en las jornadas de Cancún cuando se negociaba la Convención por el Clima de las NNUU en diciembre de 2010.

Es una tensión global en la que debemos asumir un posicionamiento. ¿Dónde nos colocamos nosotros en ese gran debate? ¿Cómo armonizamos (ya que está de moda la palabrita) nuestra demanda por un espacio atmosférico para el desarrollo y al mismo tiempo el cuidado de la Madre Tierra? ¿Cuál es el proyecto de país para caminar en equilibrio en estas dos pistas importantísimas construidas desde el sur: el derecho al desarrollo y el equilibrio con la naturaleza? Finalmente, ¿qué entendemos por desarrollo? ¿Desarrollo para quiénes? ¿Cómo brindamos una alternativa distinta al “desarrollo” impulsado por el Consenso de Washington y sus instituciones destinado al beneficio de las élites y los poderosos? ¿Cómo contraponemos una práctica cultural de cuidado de la naturaleza en el campo y la ciudad –no lo olvidemos-, a una visión de usufructo y mercantilización del cuidado de la misma? ¿Cómo hacemos para defender nuestro territorio no sólo de mega carreteras, sino también de mega represas, de mega proyectos, mega negocios y mega expectativas que con su tamaño empequeñecen cualquier atisbo de vida sencilla y sostenible que podría muy bien concebirse con mayor humildad y consecuencia con la retórica que estamos construyendo?

Siempre hemos dicho que es bueno soñar y luchar por una nueva sociedad. Una forma de reencontrar ese camino para la sociedad boliviana sería quizá encarar con la dulzura que requiere la Pachamama este desafío complejo de ubicarse en un mundo que se despeña hacia la destrucción pero que, a pesar de los pesares, aún mantiene la intuición y las prácticas cotidianas por la vida. No dejemos que el silencio sea cómplice, no caigamos en la trampa de querer ver la esquina bien terminada, sin mirar la esencia de las cosas que puede estarse evaporando detrás de los muros del éxito aparente. Ahora queda escucharnos entre nosotros y nosotras. Enfrentar el reflejo de los espejos y actuar. Quitarse de encima los fantasmas de la confabulación y asumir la responsabilidad de aportar a los procesos con coherencia, buscando los equilibrios sociales y la equidad. Cuidando y respetando a la Madre Tierra que, por cierto, es Madre Soltera.

Agosto 2011
* Psicóloga Social.

ENTREGA DE VITUALLAS A LOS MARCHISTAS EN TOTAIZAL

El pasado sábado 27 de agosto, una comitiva de la Unidad de Juventudes de la CIDOB, encabezado por Jaime Casanova y José Chuvé, viajaron hasta la localidad donde se encontraban las/os compañeras/os marchistas (Totaizal, a 50 km antes de llegar a San Borja) para hacer entrega de todas las vituallas recaudadas hasta antes de la partida. 

Esta mencionada comitiva tuvo la suerte de contar con el apoyo de amigos conocidos dentro del movimiento indígena, quienes facilitaron el traslado de los enseres recolectados hasta el lugar apropiado. 

Ya en Totaizal, hicieron contacto personal con Tomás Candia (máximo representante de la Unidad de Juventudes de la CIDOB) para darle a conocer lo que se había llevado y a quién se le debería de entregar. Al día siguiente bien temprano, se hizo la entrega respectiva al Comité de Marcha. El mismo ente quién fue el encargado de distribuir a todas las regionales que apoyan a la VIII MARCHA INDÍGENA. 

De igual manera se aprovechó el viaje para participar de las reuniones entre los presidentes de las regionales y presenciar de una conferencia de prensa. Se pudo constatar que la mayoría de los marchistas estaban buenas condiciones de salud. También se puedo apreciar una buena cantidad de jóvenes y adolescentes dentro de la marcha, así como también la presencia de muchos niños. 





El viaje de regreso se lo hizo en la camioneta de la CIDOB, acompañando a la Vice-presidenta de la CIDOB, la señora Nelly Romero. Llegando a Santa Cruz el martes a las 16:30. Urgía llegar para organizar la segunda marcha solidaria en apoyo a la VIII MARCHA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS   

Marcha Solidaria en apoyo a la VIII MARCHA INDIGENA de tierras bajas de Bolivia

El pasado martes 23 de agosto del presente año, la Unidad de Juventudes de la CIDOB, en coordinación con varias organizaciones: estudiantiles (sobre todo Centros Internos de la Universidad  Autónoma Gabriel René Moreno -UAGRM), ambientalistas y de la sociedad civil; ha organizado una Marcha Solidaria en apoyo a la VIII MARCHA INDIGENA de tierras bajas de Bolivia.

Para tal efecto, se contó con la participación masiva de los estudiantes universitarios, activistas sociales, etc. dicho evento tuvo dos finalidades:
* Brindar un rotundo apoyo a la VIII MARCHA INDIGENA de tierras bajas de Bolivia. De esta manera dar a conocer a la opinióm pública en general que los indígenas que viven en las áreas urbanas, también se identifican con la plataforma de demandas que exige la CIDOB.
* Sensibilizar a la opinión pública en general sobre las necesidades por las que atraviesan las/os hermanas/nos marchistas. Para tal cometido, se hizo una campaña de recolección de vituallas. La misma que tuvo buena acogida, llegando a recaudarse una buena cantidad de lo requerido.

La marcha partió del campus de la UAGRM, del ya tradicional "cafecito" universitario, recorrió las céntricas calles cruceñas, luego los marchistas se apostaron al frente del edificio de la  UAGRM.

En el palco oficial, hicieron uso de la palabra compañeras/os indígenas que apoyan a la Unidad de Juventudes de la CIDOB: José Chuvé M.; Isabel García I. y Jaime Casanova Soriocó.
Este mencionado evento tuvo cobertura de los medios masivos de comunicación y repercusión en  la sociedad cruceña. Al ser un tema coyuntural delicado y muy aprovechado por medios de prensa (casi todos en manos de empresarios opuestos al denominado "proceso de cambio"), políticos opositores al gobierno del MAS. Es decir, por la misma razón, la movilización tuvo una aceptación y apoyo, tanto de las personas, como de los sectores de oposición. Hecho que no podía ser desaprovechado por los miembros de la Unidad de Juventudes de la CIDOB.

LÓGICA PROPOSITIVA EN EL CONFLICTO CIDOB-GOBIERNO

Por Carlos Alejandro Lara Ugarte

Abstrayendo el análisis de intereses particulares, el conflicto Cidob[1] - Gobierno avanza en una curva con fluctuaciones en el posicionamiento y desgaste político de las partes en función 1) a la voluntad mostrada al dialogo, 2) la capacidad de escucha activa a la consulta y 3) la consecuencia de la praxis política.
Para el posicionamiento o desgaste, durante el tiempo que dure y se desarrolle el conflicto,  juegan como indicadores válidos la voluntad mostrada por el diálogo y la escucha activa a la consulta en torno a la preservación del medio ambiente o al proyecto desarrollista, sin embargo el dictamen final que dará la población al conflicto será  desde la determinación final del Gobierno. Si o No a la carretera que atraviese el Tipnis.
Este dictamen ciudadano tendrá sus repercusiones políticas mas inmediatas direccionadas a la preferencia de la opinión pública en las elecciones de magistrados en octubre y a posteriores consultas y plebiscitos, que en si mismas mediarán el desgaste o fortalecimiento del liderazgo de Evo Morales y la nueva opinión  que se forma la ciudadanía de relación a la presencia del MAS en el aparato estatal.
Desde la anterior generalidad hipotética descrita, recurrimos a las ciencias matemáticas y filosóficas para especular sobre las líneas de acción y las proyecciones políticas que genera la Cidob desde el movimiento indígena y las consecuencias, también políticas, que el Gobierno podría facturar a nombre del capitalismo desarrollista incorporado o incrustado en el proceso de cambio.
En matemática, para la lógica propositiva, la doble negación es una afirmación y, en filosofía, para la dialéctica,  el principio de la Negación de la Negación se entiende al vislumbrarse un nuevo ciclo o un nuevo empiezo pero en condiciones cualitativamente superiores.
Con estas dos afirmaciones de por medio ¿Cómo se está construyendo una conclusión del conflicto - para el movimiento indígena y el Gobierno del Estado Plurinacional - desde la lógica propositiva y la regla de inferencia condicional o implicancia, en la mirada eminentemente política?
Llevado el conflicto a operaciones y proposiciones matemáticas, el movimiento indígena toma la iniciativa  desde una operación condicional o de implicación. Expone a la opinión pública una primera premisa política para que en función a la segunda premisa, resultado de las movilizaciones o de las negociaciones a las que se llegue, la presenten a la opinión pública acompañada de su conclusión inferida de la operación condicional de las dos premisas.
La primera premisa con criterio político construida por la Cidob muestra una relación de causa y efecto.
P → Q: Se respeta la Madre Tierra, entonces se respeta el Tipnis.
Si el gobierno acepta o accede a la demanda de no realizar la carretera por medio del Tipnis, se construye la segunda premisa que consiste en una afirmación
P: Se respeta el Tipnis  
Y luego la conclusión es que:
Q: Se respeta la Madre Tierra.
Esta es la inferencia que viene del modo Ponendo Ponens (Afirmando afirmo). Políticamente lleva a confirmar que el Gobierno de Evo Morales es consecuente con el discurso de protección al medio ambiente al igual que la Cidob. Esto se traduce en la opinión de Praxis política consecuente por parte del Gobierno y lógicamente llevaría a borrar viejos desaciertos y mimetizar la presencia transnacional en los fines desarrollistas del Estado Plurinacional.
En su segundo modo, el modo Tollendo Tollens (Negando niego), si el resultado de las movilizaciones y negociaciones no evitan que se construya la carretera por medio del Tipnis, la premisa es una negación,
Q: No se respeta el Tipnis,
La conclusión presentada a la opinión pública  será que:
P: No se respeta la Madre Tierra.
En este caso si se niega el efecto se niega la causa, ya que si no hay efecto no hay causa, la causa se vuelve una falacia, una mentira, una proposición inexistente o ficticia y  toda la imagen del Estado Plurinacional desde el liderazgo de Evo Morales en cuanto a la defensa de la Madre Tierra es cuestionada con facilidad. Entonces la praxis del gobierno en torno a la defensa de la madre tierra es contradictoria y falsa. Se descubre la presencia transnacional en el proyecto del Estado Plurinacional.
En síntesis, la inferencia condicional o de implicación planteada del modo Tollendo Tollens (Negando niego) es altamente nocivo para la imagen internacional del Gobierno de Evo Morales y ventajosa para el posicionamiento político de la Cidob, por su lado la inferencia del modo Ponendo Pones (Afirmando afirmo) es beneficiosa para ambos, pero más aprovechable por la Cidob debido a la cobertura de solidaridad lograda en áreas urbanas y sectores de activistas en la lucha por el Medio Ambiente y por mostrarse como expresión de consecuencia y no de concesión ante la derrota o la presión.
Entonces el balance político del momento bajo el análisis inferencial evidentemente da ventaja relativa a la Cidob, si es que la enfrentamos con el gobierno en los términos mediáticos del conflicto y las repercusiones internacionales.  
Con los dos modos anteriores la Cidob estructura su ataque. En cambio su defensa lo estructura en construcción de una inferencia del modo de doble negación, con el entendido matemático de de que la doble negación es una afirmación. La proposición construida es la siguiente:
No ocurre que la Cidob no defienda el Tipnis
De esa manera se plantea la doble negación y concluye que.
La Cidob defiende el Tipnis.
Planteado de esa manera provoca o exige que el gobierno demuestre una primera negación, es decir demuestre primero que la Cidob no defiende el Tipnis, para negar que la Cidob defienda al Tipnis.
El intento mediático más difundido para revertir la conclusión afirmativa de la doble negación, se la puede encontrar en las declaraciones de Juan Ramón Quintana, el momento mediático que en sets televisivos intentó mostrar que la Cidob no defiende el Tipnis, en razó a que algunos de sus dirigentes reciben apoyo y fondos de la USAID, intentando relacionar el apoyo y la complicidad de la Cidob con la explotación y contrabando de madera del Tipnis.
Por su parte el Ministro de la Presidencia intentó aspectos semejantes pero ante la opinión pública la doble negación se mantuvo en afirmación: La Cidob defiende el Tipnis. A la vista de la opinión ciudadana la doble negación no fue mellada por lo que se mantiene la afirmación de que la Cidob defiende el Tipnis
La inferencia de implicación puesta de esta manera, en la doble negación, preserva la férrea defensa de la Cidob y pone al gobierno en la necesidad de buscar mediáticamente nuevas premisas y otros modos de inferencias que les pueda ayudar llegar a conclusiones favorables de la opinión ciudadana. .
En términos de estrategia de ajedrez se diría que en el conflicto la Cidob estructuró su ataque y su defensa en uso a la razón y no a la pasión. Claro que a alguien podría ocurrírsele tropezar y volcar fichas y entonces…
En cuanto al conflicto visto con herramientas filosóficas como la del materialismo histórico y métodos dialécticos, desde la aplicación del principio de la Negación de la Negación, se llegaría a valorar el nivel de las contradicciones y la naturaleza de las mismas, para evaluar procesos cualitativos en las relaciones entre la Cidob y el Gobierno, para caminar a la confluencia de intereses comunes en el proyecto del Estado Plurinacional y, las particularidades tratarlas en la dimensión que corresponde y no magnificarlas hasta poner en peligro la misma relación  y alianza natural que debe darse y manifestarse a diario, lógicamente sin descartar contradicciones secundarias, pero de ninguna manera presentarlas como antagónicas.
Ante la conclusión resultado de la inferencia particular que se plantea desde el conflicto, críticamente corresponde al Gobierno diagnosticar las fortalezas y debilidades, las oportunidades y amenazas que se dan en la relación del Gobierno y la Cidob y las que nazcan y se desarrollen en el conflicto y después de él.
Por otro lado la Cidob tendrá que comprender sabiamente que los resultados buscados y los logros de un buen planteamiento inferencial son de aplicación particular y táctica y, de ninguna manera estratégica como aquel que podría visualizarse en un proceso de investigación dialéctica.
La VIII Marcha Cidob tiene antecedentes en los progresos y experiencia lograda en las otras siete marchas, en cambio los errores del Gobierno vienen en consecuencia sumatoria a la de los acumulados durante la  VII marcha de la Cidob, por ello el conflicto se desarrolla con una Cidob preparada frente a un Gobierno que improvisa y ensaya respuestas ambiguas y de pedido de auxilio a movimientos sociales aun afines.
En definitiva, el ciudadano, el activista y el militante revolucionario perciben que en proceso de cambio se mueve entre la consecuencia discursiva y la inconsecuencia, y son finalmente las conclusiones a las que llega después de cada conflicto las que alimentan sus actuales y futuras decisiones electorales  y de participación política.

La Paz, 03 de septiembre de 2011.